Nueve días fueron los que estuve en el hospital. Nueve eternos días en lo que viví intensas sensaciones de felicidad, desesperación, miedo y angustia en Holanda. Y es que el nacimiento de mi hijo estuvo lleno de sorpresas, y no sólo de las buenas. Y hoy, queridos lectores, quiero contarles lo que fueron esos días y mi experiencia con el sistema de salud holandés antes, durante y después del nacimiento.
Aquellos que siguen mi historia de viajes y decisiones por el mundo sabrán que este embarazo era muy esperado (Bueno, nunca pensé que nos embarazaríamos tan rápido *jeje*). Los 9 meses de gestación fueron excelentes y normales, de eso ya les hablé anteriormente en cada trimestre de Embarazada en Holanda PARTE 1, PARTE 2 y PARTE 3. Entonces juré que el nacimiento de mi hijo seguiría esa misma línea, que todo sería normal y de acuerdo a mis planes: Parto natural en hospital. Pero no, nuestro hijo nos tenía preparada otra sorpresa.
Antes del nacimiento
Es común en Holanda que las mujeres tengan a sus hijos naturalmente en sus casas junto a la matrona del barrio. Dado que esa opción no es de mi agrado opté, al igual que muchas otras mujeres en Holanda, de parir en el hospital, alternativa que no está cubierta por el seguro médico. Dato: Los nacimientos en hospitales están cubiertos por el seguro sólo si te diagnostican un parto de cuidado médico (trillizos, anomalías o riesgos).
¿Qué sucedió conmigo?
Cuando ya tenía 40 semanas y 6 días de embarazo las matronas de mi barrio me derivaron al hospital para una consulta, la razón es que aún no tenía contracciones y mi hijo era grande para mi cuerpo. En resumen, en el hospital verificaron este diagnóstico y me internaron inmediatamente para inducir el parto. En otras palabras, de tener un embarazo normal pasé a tener un parto de riesgo (Y dato: Todo el staff del hospital hablaba inglés).
Durante el nacimiento
Estuve casi 24 horas en trabajo de inducción de parto (ufff!!). Debo ser sincera, si me cargaron los síntomas y la limitación física de cuando estuve embarazada, odié con toda mi alma las inolvidables contracciones. En mi vida había tenido que concentrarme tanto para sobrevivir a cada dolor de esas malditas olas de dolor intenso en mi vientre, piernas, espalda, cabeza, EN TODOS LADOS. Todo mi cuerpo se paralizaba y entraba en trance cuando venía el tsunami sensorial. ¡No podía ni hablar! Lo positivo es que me inyectaron epidural por petición mía cuando estaba en dilatación 4 cm, estaba en un cuarto amplio y cómodo exclusivo para mí, y me apoyó un equipo médico muy amable y riguroso. Y lo de las 24 horas de inducción lo agradezco, los médicos holandeses hicieron lo imposible para que tuviera mi parto natural. Pero cuando mi cuerpo dejó de dilatarse y los signos vitales de mi hijo empezaron a empeorar, no hubo otra opción que una fugaz CESÁREA.
No sé si seré una madre atípica o fue muy normal lo que me sucedió, pero en vez de reír o gritar de felicidad como lo hacen las madres en las películas, me dediqué a llorar y a llorar. ¡No podía parar! Es que ver a Tomy tras nuestra eterna espera -y no lo digo por los 9 meses de gestación, si no desde el momento en que me percaté que quería pasar el resto de mi vida con mi marido y tener hijos con él- exploté en emociones que ni yo misma podía controlar.
Después del nacimiento
Estuve 3 días internada tras la cesárea. En ese tiempo estuvimos, con mi marido, absolutamente agotados tratando de conocer y adaptarnos a las rutinas de nuestro hijo. Lamentablemente la felicidad de volver a casa nos duró sólo un día ya que me vino fiebre y tuve que volver al hospital por otros cuatro días más. Y es que tenía una infección en mi útero la cual fue tratada con muchos antibióticos a la vena 🙁 (Dato: Es común que las embarazadas sufran de infecciones tras parir. Muchas veces se nos quedan parte de placenta viva, la cual empieza a pudrirse y a hacer de las suyas. Cuidado con la fiebre ya que incluso puede complicarse a una septicemia = infección grave a la sangre).
Realmente pasé el susto de mi vida con esa fiebre de 40,7 que me hizo tiritar bruscamente por casi media hora, tal cual el exorcista. Lo peor es que a mis costados tenía a mis dos amores, por un lado estaba mi hijo y por el otro mi marido quien también pasó por un estrés enorme. Y cada vez que los miraba me llenaba de más miedo por no poder controlar mi propio cuerpo, de no saber cómo mejorar, de no saber si empeoraría. Fue horrible, incluso llegué a pensar que en cualquier momento me apagaría…
Curiosidades
Algo que tal vez desconozcan y que para mí fueron una novedad fueron los beschuit met muisjes!, unas galletas con mantequilla y semillas de anís celestes y blancas para celebrar a nuestro hijo (en caso de ser niña las semillas son rosadas con blanco). ¿Me gustó? Para nada, es un sabor seco y odio el anís! jajajaja De todas maneras di un mordisco a este regalo que me dio el hospital 😛
Respecto a los costos, transcurrido un mes aproximadamente del parto nos llegó la cuenta al mail. De los 4.000 euros aproximados que costó todo (equivalente a 3.000.000 pesos chilenos o USD$ 4.400), sólo tuvimos que pagar 120 euros 😀 (88.000 pesos chilenos o USD$ 130). Oh yeah!!!!
¡Y tras llegar a casa empezamos a disfrutar a nuestro hijo y nuestra nueva vida de a 3!
Sé que cada experiencia de nacimientos es una historia aparte. No quiero generalizar ni llenar de miedos a futuras madres o padres en el extranjero, pero es muy probable que no tengan el parto tan deseado y perfecto que pensaron en los 9 meses de gestación. En mi caso todos mis planes cambiaron. Me asusté, lloré y reí, pero tras mirar este casi mes de vida de mi hijo y ver lo sano que está, no puedo pensar que sería capaz de pasar por lo mismo o más por otra de esas sonrisas.

Y siiii, éste es mi hijo! 😀 😀 😀
Con cariño, V.
11 Comentarios
furtivaa
10 octubre, 2016 at 9:43 pmWuaaaauuuu! que intensa tu experiencia Vilma, sobretodo post parto cuando te dio esa infección al útero, que miedoooo! además que son cosas que no siempre sabes que pueden pasar…
Ya me imagino a tu marido, pobrecito, todo preocupado!!!
Lo importante es que todos están bien, y que ya estás en casa con tu Tomy y a pesar de todo salió bien, ahora queda como anécdota jejeje
Está muy lindo él, cosito más rico, como crece, se pasó!!!
Abrazos a los 3 y sigue subiendo fotitos a Ig para verlo <3
Ley
10 octubre, 2016 at 10:11 pmBienvenido a ese holandés-chileno!!!
Que mala onda que la hayas pasado tan mal, Vilma. Al menos un beschuit met muisjes te trajo a la vida! jajaja… esas costumbres holandesas!
No sé si se hace por allá por el Randstad, pero las casa las adornan por fuera cuando nace un bebé. Mi cuadra se la pasa todo el tiempo adornada. Shhhh… creo que debe haber una industria de bebés por aquí!
Un beso enorme para los tres. Cuidense mucho y disfrutense!
Pelón
10 octubre, 2016 at 11:04 pmHola Vilma:
Que cuático lo de la infección!!! Cuando vimos las fotos de tommy y supimos su peso pensamos inmediatamente que te habían derivado a cesarea. Pero no imaginaba el resto… lo bueno que fue post-parto y no en medio del proceso. Bueno ahora si ya estan mucho mejor, empezando a disfrutar del huachimin, ojalá anden bien con todo el cambio de horario que tendrán estos meses 🙂
Un abrazo grande a los 3, y Tomás es igual a JP, es ver un JP en miniatura.
Cariños,
Nico.
Patricia Ibáñez
10 octubre, 2016 at 11:25 pmSuper emotivo tu relato! Lo importante es que estuvieron en buenas manos 🙂 y que ahora estan los dos sanitos y disfrutando. Como te dije en instagram me he acordado de ustedes, hasta soñé que los visitabamos y te ayudabamos a cuidar a Tommy 😀
Se veía rico el pastelito, a mi me gusta el anís XD!
Muchos cariños para los tres son una muy linda familia 🙂 ya lo heavy pasó y de seguros están más unidos que nunca 🙂
Un abrazo para tí y para JP, para Tomás un besito :*
pd: me devoré Daredevil, la que me recomendaste, qué actoooor! fiu fiu jajaja
Cassandra Armijo
11 octubre, 2016 at 12:10 amFelicidades Vilma! me alegro que a pesar de todos los cambios de planes, todo salió bien <3 que lindo es el Tommy! y la foto de ustedes tres después del parto es muy bella!
Espero te recuperes rápidamente y todo vaya por buen camino. Mucho ánimo en estos primeros meses con tu bebé!
Saludos
Jessica
11 octubre, 2016 at 2:57 amMuchas felicidades para ti y tu linda familia. Que mal lo que les tocó pasar, pero lo bueno es que ya estás en casa con tu hijo y marido y me imagino que felices.
Mucha alegría y harta energía para este mutuo conocimiento que se viene por delante <3
Alejandra Morgado
14 octubre, 2016 at 5:06 pmQue miedooooo jajajaaj lo bueno que al final salio todo bien <3 tu bebe es hermoso!!!!!!!!!!!!!!!!!
fabiring
16 octubre, 2016 at 6:21 pmQue fuerte todo lo que acabas de escribir, pero me alegra tanto que haya llegado a feliz termino.Casualmente, le había mostrado la foto de cuando estabas almorzando con tu familia a mi mamá, que es médico. Ella me dijo “vaya, tiene esa barriga bien alta”. Me preocupé al ver que era tu última foto hacia unas semanas. En verdad me pone muy contenta que lograste salir de ese susto con todo en orden.
Bendiciones para tu familia y tu nuevo integrante! Un abrazo.
Fabi.
Mi primer año en Holanda: Amor y desamor - LOVILMI
15 diciembre, 2016 at 7:59 pm[…] la evolución de mi embarazo en Embarazada en Holanda Parte 1, Parte 2 y Parte 3, y también Mamá en Holanda: El nacimiento, habrán leído que tuve un parto complicado y de riesgo. Desde un comienzo el sistema de salud […]
Jesica
6 octubre, 2017 at 10:22 pmHola Vilma! Que padre que te encontré… llevo escasas dos semanas viviendo en Amsterdam con mi esposo y aunque no planeamos embarazarnos pronto (pensamos hacerlo hasta mediados del próximo año), tus historias de embarazo y lo que pasaste me han dado gran tranquilidad.
Que padre que tu bebe esta sano y creciendo!!
Seguiré leyendo todas tus stories 🙂
Mi primer año como mamá primeriza en el extranjero - LOVILMI
26 octubre, 2017 at 9:52 am[…] hijo. Estaba tan asustada tras el complicado parto de emergencia que tuve (historia que pueden leer AQUÍ), que sólo me dediqué a llorar. Estuve 9 días en el hospital, 9 fatídicos días en los que […]